Mira, aquí en Manresa, todos sabemos que el clima no se anda con juegos. Un día está soleado y al siguiente, ¡pum!, una buena tormenta que te deja los canalones a rebosar. Y claro, nadie quiere un canalón atascado que acabe dañando la fachada de la casa, porque esos arreglos cuestan un ojo de la cara. ¿Sabías que aquí en la carretera de Vic o por la Balconada, con esas casas tan bonitas que tienen, es común que los canalones se llenen de hojas en otoño? Un clásico de esta zona, vamos. Nosotros, aunque somos de Rubí, estamos a un tiro de piedra, a unos minutos en coche, así que nos conocemos bien la zona. Llegamos rápido, casi como si fuéramos tus vecinos. Y es que no te vamos a engañar, limpiar canalones no es la tarea más glamorosa, pero es esencial. Nos gusta pensar que somos como esos amigos invisibles que te mantienen la casa a punto sin que te des cuenta. El servicio que ofrecemos es sencillo pero efectivo. No somos de prometer milagros, pero sí de hacer un trabajo limpio y duradero. Empezamos por revisar el estado de tus canalones y bajantes, porque más vale prevenir que curar, ¿verdad? Luego, nos ponemos manos a la obra para dejarlo todo como los chorros del oro. Y si vemos que algo necesita un arreglo más a fondo, te lo contamos sin rodeos, con confianza. Por ejemplo, el otro día estuvimos en un chalet en el Passeig del Riu y, al limpiar, encontramos un pequeño agujero que podía provocar goteras. Avisamos al dueño y arreglamos el tema antes de que se convirtiera en un problemón. Eso es lo que hacemos, cuidar de tus canalones para que tú no tengas que preocuparte.